Liberarte con el perdón

Unas sabias palabras dicen: «¿Quieres ser feliz un momento? Véngate.

¿Quieres ser feliz siempre? Perdona».

El perdón te libera. Te da serenidad para decidir con lucidez. Sin embargo el considerar que algo es inaceptable te impide perdonar y te mantiene en el odio, el resentimiento o el rencor. Una mente influida por la ira no decide con lucidez.

Podemos considerar inaceptables ciertas situaciones vividas que se dan porque se han traicionado unos acuerdos, unos principios, no se han cumplido nuestras expectativas o no se han respetado ciertos valores. Sea cual sea la razón de lo «inaceptable», podemos aferrarnos a ella y quedarnos clavados ahí.

A veces es la culpabilidad la que te impide perdonarte. Es mucho más fácil perdonar al otro que perdonarte a ti mismo. La culpa nos avisa de que hay algo que arreglar. Si nosdisponemos a verlo, a dialogar y a aclarar, vamos bien encaminados.Darse cuenta es bueno: es la base para cualquier cambio positivo. Lo importante es no martirizarse. Aprender la lección. Pedir perdón, si procede. Rectificar. Perdonarte y avanzar.

En este taller profundizaremos sobre este tema y haremos prácticas para que cada uno pueda avanzar en aclararse, perdonar y liberarse.

Podéis descargaros su artículo sobre este tema publicado en El País Semanal pinchando aquí